martes, 2 de diciembre de 2008

muEres

Me quiero ir, me quiero escapar. Ya no soporto toda esta realidad, esta abrupta forma de condenarme siempre a soportar y nunca a disfrutar.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Llueve sobre mis colores

Desde que mis dientes se han convertido en teclas, la música está adeciendo una metamorfosis en mi estómago. Las ondas entran y yo podría escupirlas, tocar con mis manos los lazos que se dibuja. Me como las guitarras y las puedo digerir. Pero tanta crisis, un remolino de cosas sin ordenar, es tan extraño dibujar con mis dedos todo lo que tengo que decir, el vidrio empañado se queda corto.
Ahora solo quiero ver llover, que se corran los dibujos. No podríamos estar peor, y es una forma increíble de quemarse con el sol. Se caen los troncos de los árboles sobre mi cabeza, mis labios pueden escupir tanto vómito que ya me ahogo con mi azul.
Atravezando nubes y dialogando con paredes, la gente aparece, la gente desaparece. Nadie está, nadie es lo que debería ser. Y que dejes que todo se humedezca, que dejes que todo se vaya muriendo. es tan triste verte desaparecer, tus partículas se elevan, pero no puedo atraparlas, siempre me dolió el sufrir de las mariposas. Ellas son hermosas, y sus alas se elevan, dibujan un mundo frutado, frutado, corriendo entre el verde prado. Mis tristes recuerdos se plagan de viruela, ya no puedo sentirme entre amaplolas, ya no puedo olfatear la baba de las sirenas. Ellas se están suicidando, y no tienen tiempo para sumergirse y escuchar los coranes de cada una de mis lágrimas. Son solo suicidio, desaparecer.
La gente es tan rara, cada día tan lejos, estoy dentro de burbujas, sus colores y su brillo, me alegran por un instante, pero no se puede , no se puede. No sé qué es lo que no se puede, pero es hipnótico, es hipnótico, nos volvemos como jirafas, como abejas. Tus ojos se hinchan hasta estallar, mi voz se deshila totalmente. Pero ya no queda tiempo, nos aplastan los maratonistas.
Están alados, y pueden ser veloces, tan veloces, ¿Y por qué yo estoy acá tan quieta mientras todos están corriendo a la velocidad de la luz? me asusta la ultravelocidad, me aterra la estaticidad, pero mientras la mentira pueda saber más real solo necesito doce caramelos más, mis dientes se pudren de caries, caries plutonianas, ellas no son terrestres. Nada es de este mundo, se nos presta y se nos quita. Como muertos, como mutilados. Escupir. Escupir.

lunes, 10 de noviembre de 2008

No puedo estar en pié, no puedo caminar. Me choco contra espejos, ya no me encuentro, es todo tan siniestro. Tantas iluciones terminaron por romperse, es tan díficil entenderlo, solo sé que ya no es lo que parece.
Tomar con fuerza una enredadera y florear mi cuello, quizás el mundo no está hecho para tanta fragilidad, la piedra es tan útil, pero me volví de cristal, y no me puedo mantener en pié.
Si por lo menos vieras todo esto dolor, sería tan fácil, mucho más fácil. Pero no, mi vida se parte en dos, los árboles caen sobre mi cabeza y ver las flores morir solo me da ganas de llorar. La lluvia no para y creo que nunca parará.
Atravezando los prismas y gritando, solo esperando que escuches todo lo que en mí se está muriendo ¿Cuánto tiempo durará toda esta ceguera en tu corazón?
Una tarde de mil colores, ya ni eso calma la tempestad. Es extraño, pero es siempre igual, algunos rayos a momentos parecen filtrarse, pero creo que solo soy un papel secundario en medio de toda esta teatralización. Y yo, que tanto me esmeré por conseguir el número principal, terminé siendo no más que un extra en tu impactante filme.
Cuánta sed, cuántas ganas de desaparecer, dormir y nunca despertar. No es una forma sana de vivir, y hoy más que nunca creo imposible remontar ¿Y ahora con qué me vas culpar? ya no queda nada de mí, aliené hasta mi médula, y la vida se llevó lo poco que me quedaba. A veces ni siquiera puedo encontrar mi alma, y solo me queda este cuerpo, que tanto odio y tanto me cuesta llevar. Ya no puedo hayar en mí algo que me haga sonrreír, soy detestable, y el mundo ya no puede mentirme ni un poco más.
Si aprendiera a ser mejor, tal vez solo un poco, quizás así me verías un poco más, pero creo que ya es muy tarde para florecer amapolas en mi triste jardín.
¿Y en dónde voy a encontrar ahora algo o alguien que pueda hacerme sentirme bien? Ya no se puede, ya no queda nada. Es que está en mi, todo esto error, y no te equivocaste al juzgar toda esta pateticidad en mí, y ya nunca nadie más podrá confundirse. No es esto lo que el mundo espera, un lugar tan triste, es tan hermoso, y yo solo soy un minúsculo punto en esta aldea de círculos, tan coloridos, tan hermosos. Todos se ven tan deslumbrantes, todos se ven tan maravillosos. Nadie es imperfecto, sus pieles brillan, sus ojos sonrríen... y yo ya ni puedo competir, ni siquiera algo bueno puedo pedir. Solo queda esconderme para no aberrar a toda esta floración. La vida tan fantástica, un jardín lleno de luciérnagas... ya no queda espacio para rozar si quiera el césped con mies pies. Podría estremecerme de solo imaginarlo, pero ahora ya es un puro hábito. Las noches se alimentan de estrellas que juegan con la luna, y el amor entre los seres que lo inundan, sus mentes se abstraen, y podrían bailar por la eternidad, sí, tan felices, y yo simplemente me siento a contemplar y alguna que otra lágrima derramar. Maldita melancolía ¿Por qué no me hizo la vida más resistente? cruel manera de sufrir, sentir mi sombra entre tanta luz, una primavera en la humanidad, y mientras yo vomitando las ojas secas del peor de los otoños. Tan lejos estás, y yo en la otra punta, enfermándome, desangrándome. No puedo pretender nada, esos paraísos que frecuentás no permiten mi entrada... es tan lógico, solo basta con contemplarme por un simple instante. Ya no puedo retenerte más acá, en este decierto deprimente, solo queda un cactus y kilos de arena ardiendo... y las noches heladas, y los días abrazadores... no, realmente no podría ser tan cruel y pretender retenerte.
Es hora de morir, dormir en soledad. Quisiera desaparecer.

jueves, 30 de octubre de 2008

luz


Hoy cuesta menos que ayer. Levantarme, es más fácil, y a lo mejor solo soy yo, aprendiendo a remar entre el jugo de mis neuronas.
Piip piip, suena el despertador, y es tan horrible, Dios, te juro que es tan horrible ese sonido a las seis de la mañana. Ahora lo avanzo quince minutos, y llego un poco más tarde, me ahorro el diálogo mañanero, temprano y sin comida...
Diez vueltas entre mis sábanas, y un debate interno de no acabar, solo algo positivo, clic. Arriba. El ritual de cada Jueves.
El aire ya no es tan frío, será porque las flores tienen que salir, ya es hora, ya era hora. Ya no es de noche, puedo ver principios de sol. Ya era hora, que salga el sol, que el día sea más largo, las nubes ya no son tan densas. Qué raro, y que yo siempre asocié el invierno con lo mejor.
Una suerte inmediata, la vereda vacía, pocos autos y a todo eso mi colectivo. Me cuesta menos extender la mano, me cuesta menos subirme.
Es más fácil pensar, es más fácil saborear. Pesa menos quedarme en casa, me asifixia menos salir.
No sé, quizás a todo mal finalmente llega una solución. Quizás solo dependía de mí. Quizás tanta parnoia solo me terminaría por matar.
Ay, la música. Y por amor al arte podría matarte. Y todo tiene mejor sabor... y parecería que todas mis piezas sueltas se empiezan a acomodar. Nada se pierde en soportar.
Y entre mis manos tiza, entre mis manos colores, entre mis manos pintura, entre mis manos perfume. Solo un dibujo, solo un instante. Coloreando mis cuadernos, hace tiempo que no escribo, hace tiempo que no estallo. Estallar. Como un cristal.
Dibujando con el lado inverso del pincel mil estrellas, un lago. Estrellas de papel, lagos de jugo.
Ya no hace falta compasión, el mundo fluye, se destruye, se vuelve a armar, se destruye, se construye. Estalla. Se une. Partículas cromáticas atravezando mis ojos. Creo que no necesito más mermelada. Supersupersuperterpaéutico.
El aire.
Lluvia, hace tiempo que no estás. No te preocupes, no te llamo, no te busco, así estamos bien, por ahora. Besar tus gotas, rozas tu humedad. Empapándome con tus colores, ya no veo lágrimas en tu caer, será quizás porque estás pensando en no pensar.
Más.
Yo sé que hay cielos dentro de los cielos, estrellas dentro de las estrellas, una infinita reproducción de espejos contra espejos, nos reflejamos, nos repetimos. Morir y nacer. Desaparecer y aparecer. Que nada es dulce si primero no fue amargo, y a lo amargo el azucar, y nada dulce se amarga. No no, somos kiwis, somos naranjas, frutillas. Una fruta sin sabor, siempre madura, jugo ácido de mandarinas. Mandarinas, naranjas, pomelos. Jardines llenos de pasto. Comiendo pasto. Pasto pasto pasto. Plumas de unicornio.

domingo, 19 de octubre de 2008

Koolthing


Corriendo entre las hojas de los libros y las mentiras que se pincelaron en la pared, una desestructuración de piezas y el aire viciado de colores engañosos.
Luces que se transfiguran, y los dedos saliendo de la estufa, me capturan y me arrastran, me atan al suicido, puedo sentir sus manos de color rojo tomándome por la cintura y aprisionándome contra sus hierros y quemándome, pero el laberinto tiene salida, solo pego un salto, y estoy escuchando lo que el agua me está contando.
El cabello se eterniza y hay que morder absolutamente todo, navegando entre todos tu síes, todos tus noes, ya ves, ya vemos, en realidad no queda nada, una repitición continua, un ciclo absurdo, el sol sale y se pone todo el tiempo, ya podría considerarme meteoróloga, sé con exactitud cuándo será la próxima tormenta, y arcoiris cad vez menos... parecería ser que el granizo cada vez duele más, parecería ser que me estoy acostumbrando a la inmutabilidad circunstancial.
Soy como una masa que se desmodela y amolda a las ramas de los árboles, rayos entre nubes y melodías entre soles, sulfato, carbonato, no no.
Qué vamos a pensar, estoy hamacándome a cualquier horario en cualquier lado, y no se puede vivir así, siempre tan perdida, tragándome lo que escupo, una sobredocis de cloroformo en mis uñas, en mi piel.
Ay , las voces, los susurros, creo que estoy rodeada de mil seres, y estoy tan desprotegida, con los pies en el abismo, sintiendo que cuando caiga nadie me atrapará, no me atraparás, no lo vas a ver y no me vas a poder escuchar gritar, aunque hace tiempo que estoy haciéndolo.
Me estoy ahogando, una mano que me presiona los pulmones, una soga que me ata a la eternidad, y estoy probando un nuevo truco para no sentirte más.
Caramelos de consuelos, y procupando mis canales, la fragilidad se esconde en una caja de hierro.
Otra vez me vuelvo a enfermar, demasada actividad para alguien tan diminuto, para alguien tan simple.
Esperando la floración, esperando el fin de la tormenta, hace ya bastante tiempo que estoy pronositcando las inexistentes mejoras, el tiempo corre y todo es igual, nada cambia, solo la fecha, un acto hipócrita que nos alivie por un momento, que nada solucione, parches sobre parches, siempre se rompen, hacen falta soldaduras... ¿Qué puedo hacer? No sé si me esté esforzando, a lo mejor solo me engaño un poco para poder decir que lo intenté, hoy voy a pensar en la paciencia.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Poco


Es muy poco lo que realmente queda flotando entre el aire, solo miedo y escudos que me salven de perder. El futuro se me presenta como una amenaza y no como una oportunidad, y no sé hasta dónde ya es sano estar viviendo así.
No hay dos minutos iguales, una metamorfosis constante de nuestra propia escencia, con los ojos abiertos, o co los ojos cerrados, ahora solo puedo ver lo que me puede aniquilar, y a lo mejor es porque ya no queda más que eso.
No tengo fuerzas para elegir, no tengo fuerzas para empezar, no tengo fuerzas para terminar. Vivir estremeciéndome, caminando hacia niguna parte... solo esperar una mágica solución, una nota tatuada en la piel que diga que todo esto finalmente cesó, solo una lluvia para un desierto que necesitaba agua, tanta agua. Es tan ilusorio que es prácticamente una mentira que puede calmarme un rato, y solo bastan dos segundos más a la suma de vorágines para ver que lo único constante es el caos, y el resto son solo diminutas pausas para no agotarme, ni siquiera compasión, no puedo ni siquiera acostumbrarme a esta permanente situación.
Si supiera qué hacer... este mundo es tan grande, y a veces no siento estar en niguna parte, y no pertenecer a nada. Y nunca estás para salvarme.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Nebulosa


No podemos huír de los condicionamientos de la modernidad. Algo hay que ser, y nada nos hace ser. Para ser A no seas B y no podés ser B si no existe A y solo podemos afirmarnos mediante la diferenciación ¿Y es esto acaso algo que podamos definir como libertad de identidad?

sábado, 13 de septiembre de 2008


(self portrait)

Siempre todo se termina hundiendo. Inventamos un salvavidas, pero está desinflado. Tantas olas me están mareando, me están ahogando. Solo quiero llegar finalmente a tierra firme, si es que eso se supone que tiene que pasar, porque así no se puede sobrevivir mucho más, tarde o temprano el frío y la tempestad, solos te matan. Sin darte cuenta ya te estás muriendo. En tus venas hay agua, y la sangre se hace menos espesa. Poco a poco el corazon late cada vez menos y el frío entumece mis extremidades, la piel cada vez más palida, cada vez más morada. El oxígeno se va, el aire salado me termina por asfixiar.
Mientras muero solo pienso en las palmeras y los cocos, la arena... cada vez más distante, creo que no hay playas en mi horizonte, en este horizonte. La tierra debe ser chata, a lo mejor terminemos naufragando entre monstruos y caparzones de tortugas gigantes, ni todo el ron del mundo nos va a hacer imaginar otro mundo posible, es el fin del mundo, y siempre parece serlo, y es como estar nuafragando una y otra vez, a cada cascada un nuevo río, y a cada río una nueva cascada, caer y navegar, una linea constante que me podría terminar por agotar.
Esas cosas sin solución, algo así como saltar y gritar, just pretending that everything's ok, pero siempre sabiendo que no, parece perfecto pero no, el cuenta gotas está cada vez más vacío... y al final, nada. Siempre lo mismo. Quien cobra no paga.

viernes, 12 de septiembre de 2008

unidad moral


Actuales adicciones:

- Sopa de dinosaurios
- Galletas Frutigram "tropicales"
- Café (Este punto es serio)
- Manteca dietética (manejable si pensás en los granos)
- Coco

Y hoy pude ver Gilmore Girls ♥ . Así que como es un día más o menos bueno, vamos a poner un dibujo más o menos alegre. Siempre y cuando nos mantengamos en esta linea naif de ver la vida.

martes, 9 de septiembre de 2008

I hate my body

Malditos complejos.


Let me chew
chew cheese
on saturday saturday
i don't care my
i take care of my body all the week
but on saturday
i don't care my
hey hey hey hey
don't wanna be a twiggy wanna be as i am

domingo, 7 de septiembre de 2008

No es mi suerte ya de lo que depende, es la fusión entre el optimismo y las ganas de florecer, el blanco y el rosado fusionándose entre mis ojos, y atravezar con mis manos un torbellino de amaneceres que no huelen a nada y me humedecen con su rocío.
Puedo alimentarme de mariposas que chillan desde mi estómago, y así, así yo logro que desaparezcas, te puedo borrar de las ojas de los árboles, de sus troncos que te llevan tallado, y ya no estás, por unos instantes creo que hay agua entre las rocas, y no estás. Hay silencio entre las ramas, el aire silvando, alguien debe estar tramando todo esto, sosteniendo hilos que me aterran.
Qué poco tengo cuando todo tengo , y cuánto puedo tener cuando mil cosas pierdo, es muy particular la forma de morir que tenemos, corriendo entre el césped, hoy ya no me cuesta reír, y estás entre mis naranjas, no estás entre mis pasos, no estás entre mis nueronas flotando en el líquido de mi estómago. No. Hoy el aire es el perfume, hoy otro mundo gira entre los tallos, puedo comerme una nube, y ver colores en mis manos, los autos, tan gigantes, sus dientes me morderán, pero no me importa, no. Ya no atesoro ninguna ilusión, hoy ya dejé morir mis esperanzar, los sueños se convirtieron en resignaciones, las lágrima se secaron, y no gotearon más en el café, ya no tan amargo, tiene colores mentirosos, algo suave al paladar. Tan dulce tan dulce, es claro que no estás, hay una cuota no amarga en mi comida, las verduras tienen más sabor y los tomates brillan con rojo intenso. Vainilla hoy es mi nuevo amor, gira y gira, su aroma me rocía, su sabor entre mi paladar.
Espero que no te sorprenda, puedo estar por unos instantes sin mi dependencia emocional, y parece tan eterno pero no, se terminó, se terminó, y la noche es otra vez smog entre la luna, calor en mi balcón, un sopor insoportable que solo se pierde entre alcohol. Falta el aire y las fuerzas para respirar, las nubes son rojas y las estrellas se apagaron.
No puedo vivir siempre como quisiera, no puedo vivir siempre ríendo, no puedo vivir siempre entre mis historias y entre mis pinturas, que a nadie le gusta, pero sacian mis desequilibrios. El mar me devora, entre acantilados que me enseñan el camino del glorioso, ingenioso, fabuloso final, y yo no sé si busco o no lo busco, pero está tan cerca que me aterra, está tan lejos que me agota. Desconozco su lugar. Creo que no tengo nada entre la manos, golpes secos en la nunca que me despiertan de la mentira. Qué mal estubo lo que hice. Pero no va a volver a pasar, hasta que vuelva a pasar.
Podría jurarme que no, y no. Otra vez no. Es un buen momento para jurar, dar y esperar. Y cuando te cansás de esperar, es hora de buscar en otro lugar. Otro sitio mejor. Es como sacar número y que te harte la hora de cola, algo así... pero no queda otra. Tsé... se me va a hervir el agua, el mate va a quedar asqueroso, la casa hay que limpiar, y el cajero está tan atrasado, y esta carta esta carta no se puede demorar, podría ir a otro correo, pero no no no, hay que cocinar, la sopa en el fuentón. Si pregunta por mí, diganle que no estoy, pero avisenme que está preguntando, para hacer bastante ruído con las ollas y entienda que lo estoy ignorando.


martes, 2 de septiembre de 2008

Deoese

Odio estos días. Amo estos días. Me desesperan y me alivian. Mis días más bipolares son los días dos. Es una cuestión puramente matemática, puramente numérica. No es que me gusten los números pero hay cosas que se les aferran bastante.
Es despertarse a la espera de lo mejor o de lo peor. No sé. Por suerte dos veces capuccino hace al dos menos dos, y más uno o más tres... no sé muy bien qué es mejor.


Very strange day
I think of you day
Go outside day
Sit in the park day
Watch the sky day
What a pathetic day
I dont like this day
it makes me feel too small
I dont like these days
They make me feel so small

lunes, 1 de septiembre de 2008

Las sobras y el pan duro


Hola. Estoy asfixiada, estoy bastante cansada, no tengo muchas ganas ya de insistir, pero al final siempre me tengo que conformar con las migas de tus rutina, y los pedazos de pan duro, que saben mal, pero ya, de alguna forma me alimentan, y alimento es lo que necesito, lo que nunca me das.
Siempre condicionada a como quieras que brille el sol, y si querías pintar nubes, nubes tendré que soportar, como la lluvia y los arcoiris, yo al final, nunca decido nada, solo me resigno y me limito a depender de los crayones que pensaste usar hoy.
Siempre tan distinto, nada en el mismo camino, la estabilidad fue una ficción, y calmó mientras duró, pero siempre algo de lluvia terminará por embarrar mi camino, no sé muy bien qué es lo que me queda, no sé muy bien qué es lo que soy... algunos días parecería brillar el verde de los ábroles, pero a mí solo me compró el miedo, y el saber que no hay nada más díficil en este mundo que poder valer.
Algunos días solo quisiera encerrarme e inhalar inhalar inhalar inhalar inhalar, sin ganas de hacer nada, solo un disco que haga más gris el entorno, y un cielo bastante descolorido como para sentirme dentro de una misma película, el mismo triste final, y la peor parte es cuando llegan los títulos finales, y todo quedó igual.
No hay soluciones para esto, es una cuestión de adaptarse, hoy duele y mañana cura, y es así constantemente... para no aburrirme, para no aburrirnos... algunos días me gustaría sentir el aburrimiento... tantas vueltas me podrían marear, es divertida la montaña rusa, pero largas horas me hacen vomitar.
Nunca fui hecha para entender este tipo de situaciones, me faltaron unas docis de optimismo, soy de los que necesitan un libro rosa para no morirse.

viernes, 29 de agosto de 2008

Bien y mal


Lo que está mal y lo que está bien, una fuerza ajena y no tan ajena quizás de lo que debemos realmente hacer. Todo está condicionado y no sé de qué libertad hablamos si del arte yo no puedo vivir y si siempre hay algo externo a mí que me está imponiendo qué debería estar haciendo.
Si no trabajás, si no estudiás, dos etiquetas indispensables para que la gente pueda saber (O creer) que sos una persona muy bien, muy responsable. Esta cultura loca y acelerada, moderna y asesina que nos hace creer que hacer nada es el peor de los crímenes, esta forma de pensar siempre tan capitalista, sí sí, de hacer y hacer para producir, se nos va metiendo de a poco entre la sangre, y al ocio crativo ahora le llamamos vagancia, y el querer disponer del tiempo de una forma totalmente electiva parece llamarse irresponsabilidad. De a poco nos van convirtiendo en robots programados para ser no más que un engranaje en este mundo convertido en máquina.
¿Qué pasa cuándo no quiero ser un engranaje? Miles de ojos están saltando dentro de un frasco lleno de formol mirándote asustados y suplicando entre gritos ahogados la llegada de ese gran heroe de dos caras que nos venga a decir que estamos mal, muy mal. La elección parece ser un crimen, la risa parecería sonarles a insultos... escupitajos.
No sé muy bien que estamos eligiendo, no sé muy bien si elegimos, ni siquiera sé si es una facultad humana la elección, porque cuanto más lo pienso, siempre vivimos bajo un eterno condicionamiento.
Maldigo el día en que se crearon las palabras "bien" y "mal", "correcto" e "incorrecto"... pero qué se puede hacer, si no hubieran sido esas, hubieran sido otras, de alguna forma nos hubieramos terminado condicionando, porque la libertad parece ser algo demasiado infinito y demasiado inmensio como para que lo podamos manejar seres tan diminutos como nosotros. Creo que la libertad y la elección es una facultad de todos los animales, menos del humano. Sí, a la piba se le ocurrió contradecir a el 90% de los más importantes teóricos de la historia.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Humo Dulce


Las mariposas que se vuelven asesinas, sus dientes afilados se clavan como espinas, mi sangre se licúa y la piel se despelleja en tantas capas que ya no hay fin.
La finitud que me descompone, es un pulpo ciego que me golpea entre las burbujas de los oceános amarillos. Comiendo arena, y algas entre las pestañas. Un ritual luminoso que nos mate para volver a vivir solo cuando la luna ruede sobre las piedras plateadas de la mentira.
Crujen las ramas, entre mis dedos, entre mis pies, mis rodillas. La eternidad del centímetro hoy es una figura entre las nubes, vuela entre las gotas de un día sin sol, un día sin los labios del otoño que hace tiempo que se fue.
Las ganas de nada porque querer hacer todo, digiriendo los cuentos que se imprimieron mal, libros deshojados que cuelgan desde el techo de mi habitación, letras esparcidas por todos lados, inexistencia por existir. Una forma que se deshace entre los hilos de mis ideas, mis pensamientos suicidas, entre burbujas de un sueño que niega lo real, porque lo real es mi comida, y mi comida es mi mentira, y mi mentira es mi irrealidad, y hoy nosotros somos la irrealidad. Una ausente explicación a lo que nunca deberá tener un por qué, ya sabemos, y ya vemos, es algo que solo debe estar para hablar de princesas y castillos, carrozas de calabazas, o calabazas de carrosas. Y nada se sabe, todo se acepta. Nudos entre el alisado.

lunes, 25 de agosto de 2008

Desgarro


Las partes de los huesos que se me van volviendo cenizas, astillados, cansados. Con la frivolidad de los dedos cavando dentro de mi torax, aún puedo sentir algo que se mueve, y aunque pocas son las cosas que forman mi sangre, todas ellas son veneno, y es una jeringa que se clava en mi piel, despacio, y suave... una docis justa para morir sin dolor, una bolsa llena de caramelos de manzana, que se te pegan a los dientes, y te molestan, pero saben tan bien.
El pasto que te hace cosquillas, la piel que se me cae, las pestañas que me cortas, mis dientes masticando tu enfermedad, digiriendolo todo. El balde de tus desechos, el rocío de la resaca, diez gotas de pintura, agua verde. No me alcanzan las horas para desear, para soñar, para reír, para elegir. No me alcanza el tiempo para tocar las nubes lejanas al sol.
Entre las cavidades de mi craneo puedo oír el aire que silva, algo esponjoso, neuronas, líquidos. El orgullo, el pánico. Una pila de obligaciones, y el agua ya tan amarga. El miedo de estar siempre ahí dónde nunca estoy, el miedo de estar subiendo escaleras que bajan, y caerme en un colchón sin espuma, sin resortes. No puedo saltar, me romperé los huesos si no me pensás atajar. Crack. Crack. Crack. Crack. Puedo oírlos, y la arena se filtra en mis manos, no puedo atrapar el aire, no puedo atrapar el agua, ni la arena ni los cantos, ni el susurro de los duendes, solo hojas secas que me enseñarán las cortinas que cubrirán mis ojos, para no ver y no morir, para alimetarme de la tierra y de las piedras, enterrarme bajo un árbol. Un beso al ventanal, las marcas que se van, las huellas que quedan. Mis pies entre las ramas. Enredaderas secas que me asfixian.
Hoy puedo arrancarme mi corazón y arrancar sus venas, que nada lo bombea, nada lo bombea, solo se seca, y se pudre, está petrificado.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Vida en Marte


Somos marcianos y nos matamos de a poco, solo un poco, para no perturbar nuestras apaciguadas morales. Mentiras. Brazos, y sangre, con nuestros dientes arrancándonos las tripas, y conviviendo entre los flasos espejismos de las estrellas, humo rojo y la ceguera.
Labios enfermos, dientes infectados, escorbuto. La solución ya ni siquiera es desaparecer, porque ya ningún lugar es promesa. Ya todo lo arrasamos. Ya todo lo quemamos. No nos queda nada. Y la cabeza, un punto de fuga, o un refugio engañoso. Nadando en petroleo, y quemándonos en ácido. Burbujas enormes, nos capturan y nos transportan, ahora estoy pendiendo de un árbol, y las ojas cubren mi piel. Cortando mis antenas, y preguntándome porque todos tenemos que sangrar en rojo. Pintando las tripas de las jirafas, aire dulce que empalaga, sueños de polvo, o polvo de sueños. Escupitajos rosados mezclados entre la melanina de nuestros sentimientos suicidas, una persecución paranoica, y corremos, y una avalancha de cucarachas corren sobre nuestras espaldas contracturadas. Tanto peso me terminará por deformar. Salen monstruos de los tallos, las amapolas crecen y me comen, me vomitan, me fagocitan, me mastican, me digieren, me consumen. No queda nada. Soy solo un bolo alimentacio de una flor que reclama venganza, y el cielo teñido de púrpura. PUR-PU-RA.

domingo, 17 de agosto de 2008

Té en la yema


Puedo leer la borra del té entre las yemas de tus dedos, y que desaparezca y aparezca la existencia o inexistencia en segundos, y con mis manos recorrer los universos de la psiquis, escuchar lo que nunca se puede oír, y preguntarme si tanto mal está tan bien.
Faltaría el humo entre los labios, y algo tibio navegando entre los huesos, una pisotada lumínica a mis pupilas, y es increíble, pero todos ellos salen de entre las brazas solo para cantar, solo para jugar... y si pudieras verlos, yo sería tan feliz. Titilar es una mentira, es una cuestión de estar y no estar. Crece el pasto entre las patas de la cama, y de repente todo se convierte en un pastizal. Ahora seremos amapolas y creceremos hasta morirnos, deseando ser árboles aunque nuestros tallos solo sean para floreros tristes de algún funeral, y regalando muertos y caramelos, el agua podrida en el jarrón no parece tener tan mal olor. Es un aroma frío y tibio a la vez, decrépito y salvaje. Encerrados en una cripta con salida al mar. Lo que contó fue lo que existió, y aunque sean las mentiras que se repiten una y otra vez siempre bajo la misma condicionalidad, es como pasarle la lengua al plato, y que eso te reconforte un poco.

sábado, 16 de agosto de 2008

Mi estómago se abre, hay una puerta entre mis riñoñes yla cabeza, solo te llamo desde ahí, puedo fagocitarte y digerirte, sentirte nadando entre los jugos gástricos, y todo eso me hace acordar a la floración de la amapola. Me siento un poco sujeta a la eventualidad, dependiente del lugar, el pánico entre los ojos amarillos, mi peil está empezando a mutar. Soy algo así como violeta moretón. Morado moretón. Morado violetón. Violeta violetón.

El peor de los pecados: Elegir

Osar a elegir, es demencial. Señores, por favor. Este mundo, con la variedad de maravillosas e inagotables opciones que nos da, ¿Vamos a elegir? Si ya estamos eligiendo, es fantástico y maravilloso... pero sepan, hay un límite, pueden elegir dentro de las opciones que yo elegí.
Algunas personas eligieron más allá de esos límites, y han corrompido los órdenes naturales y morales que coronan a nuestra muy organizada sociedad. Por suerte esas personas son castigadas como se debe. Está muy mal atentar contra la estabilidad del otro. Una opinión, una acción. Jugadas suficientes para que nuestros tan apreciados guardianes de la ley y de la libertad de las personas se encarguen de suprimir la libertad de quién se atrevió, por un instante, a abusar de su libertad.
Como conclución: Frente a determinada situación tendrá para elegir las opciones A, B Y C. Por favor, escoja la opción C. Muchas gracias. Gracias por participar electivamente dentro de nuestros censos que reflejan los intereses de nuestra bien formada sociedad.


VÓMITO .