domingo, 17 de agosto de 2008

Té en la yema


Puedo leer la borra del té entre las yemas de tus dedos, y que desaparezca y aparezca la existencia o inexistencia en segundos, y con mis manos recorrer los universos de la psiquis, escuchar lo que nunca se puede oír, y preguntarme si tanto mal está tan bien.
Faltaría el humo entre los labios, y algo tibio navegando entre los huesos, una pisotada lumínica a mis pupilas, y es increíble, pero todos ellos salen de entre las brazas solo para cantar, solo para jugar... y si pudieras verlos, yo sería tan feliz. Titilar es una mentira, es una cuestión de estar y no estar. Crece el pasto entre las patas de la cama, y de repente todo se convierte en un pastizal. Ahora seremos amapolas y creceremos hasta morirnos, deseando ser árboles aunque nuestros tallos solo sean para floreros tristes de algún funeral, y regalando muertos y caramelos, el agua podrida en el jarrón no parece tener tan mal olor. Es un aroma frío y tibio a la vez, decrépito y salvaje. Encerrados en una cripta con salida al mar. Lo que contó fue lo que existió, y aunque sean las mentiras que se repiten una y otra vez siempre bajo la misma condicionalidad, es como pasarle la lengua al plato, y que eso te reconforte un poco.

2 comentarios:

suavelatigodulcepalpito dijo...

saludos!

Zorzie dijo...

estás mas optimista que yopenjauer
jeje

me gustó mucho leer en palabras tan lindas una descripción cojonuda de algo tan feo como la mediocridad
era eso lo que intentaste decir?

un beso
Zorzie