
Ahora solo quiero ver llover, que se corran los dibujos. No podríamos estar peor, y es una forma increíble de quemarse con el sol. Se caen los troncos de los árboles sobre mi cabeza, mis labios pueden escupir tanto vómito que ya me ahogo con mi azul.
Atravezando nubes y dialogando con paredes, la gente aparece, la gente desaparece. Nadie está, nadie es lo que debería ser. Y que dejes que todo se humedezca, que dejes que todo se vaya muriendo. es tan triste verte desaparecer, tus partículas se elevan, pero no puedo atraparlas, siempre me dolió el sufrir de las mariposas. Ellas son hermosas, y sus alas se elevan, dibujan un mundo frutado, frutado, corriendo entre el verde prado. Mis tristes recuerdos se plagan de viruela, ya no puedo sentirme entre amaplolas, ya no puedo olfatear la baba de las sirenas. Ellas se están suicidando, y no tienen tiempo para sumergirse y escuchar los coranes de cada una de mis lágrimas. Son solo suicidio, desaparecer.
La gente es tan rara, cada día tan lejos, estoy dentro de burbujas, sus colores y su brillo, me alegran por un instante, pero no se puede , no se puede. No sé qué es lo que no se puede, pero es hipnótico, es hipnótico, nos volvemos como jirafas, como abejas. Tus ojos se hinchan hasta estallar, mi voz se deshila totalmente. Pero ya no queda tiempo, nos aplastan los maratonistas.
Están alados, y pueden ser veloces, tan veloces, ¿Y por qué yo estoy acá tan quieta mientras todos están corriendo a la velocidad de la luz? me asusta la ultravelocidad, me aterra la estaticidad, pero mientras la mentira pueda saber más real solo necesito doce caramelos más, mis dientes se pudren de caries, caries plutonianas, ellas no son terrestres. Nada es de este mundo, se nos presta y se nos quita. Como muertos, como mutilados. Escupir. Escupir.
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