domingo, 16 de agosto de 2009

Juan Carlos & Tito



Hola, me llamo Juan Carlos el infelíz. Todas las mañanas me subo a mi bicicleta infeliz pedaleando hacia el kisoco infelíz. Compro un diario lleno de noticias infelices que me hacen todabía más infelíz. Preparo un desayuno merecidamente infelíz, mate cocido con pan viejo con mermelada de naranja (Es ley sagrada que todas las mermeladas de color naranja, son una mierda).
Después de fagocitar infelicidad me visto de color azul oscuro, que es un color apropiadamente infelíz, y pienso en cuantas cosas infelices haré hoy, porque probablemente sea Lunes, día infelíz por excelencia, compitiendo con el domingo por la tarde (Pero hoy es un domingo que quiebra un poco la regla porque mañana es feriado, no sé por qué, así que en realidad el Lunes de esta semana sería el Martes, día en el que Juan Carlos el Infelíz, sería, más adecuadamente felíz, dentro del cronograma de infelicidades)
Tan infelíz soy, que en un dibujo me siento más felíz que en palabras.
¿Por qué Juan Carlos es infelíz?



Probablemente porque no tuvo la dicha de conocer a Tito el Gil, un gil por excelencia, de los que no ven el mundo hacerse trizas, la ignorancia por sobre todas las cosas, la felicidad de no conocer la infelicidad, el placer de estar vivo sin saber qué es estar vivo, y no saber que no sabemos.
Organicemos una cena entre giles e infelices. Juan Carlos quizás sea, por deducción esquemáticamente lógica, demasiado inteligente si elaboramos concluciones sobre la premisa de que Tito es felíz porque es gil.
Señorita María o Sylha (Más divertidamente Sylha cuando sabés que en un colectivo un 90% de las personas deben portar tu nombre, pero más agradablemente María cuando te hablan tus amigos) debería reeplantearse una revolución de garabatos. Probablemente Juan Carlos y Tito quieran pegarle por haberlos hecho tan infelices y tan tontos. Hay que escaparse de lo que creamos, para que no nos consuma la abstracción. En algún momento del día hay que acordarse de pisar el cemento o clavarle el tenedor a las nubes.

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