De cada trozo de piel que el universo fagocita entre sus uñas, quedan restos, carnívoros, en el cuenco vacío y el olor a tierra húmeda, con el cielo rojo, el sol penetrante, el atardecer eterno del ventanal, de todas estas cosas que no me llevan a niguna parte, la que menos me agrada es la banalidad.
Cuando Sylha no duerme hace garabatos sin finalidad.
Cuando Sylha no duerme hace garabatos sin finalidad.

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